Composición es sinónimo de la paciencia y del cuidado minucioso del trabajo en el olivar Jiennense.
Hojiblanca, Arbequina, Frantoio y Picual, son las cuatro reconocidas variedades que dan lugar a este exquisito aceite, cuyo resultado representa una compleja composición donde se combinan estas cuatro variedades con un magistral equilibrio olfato-gustativo.
El porcentaje de las variedades que lo componen, cambia cada año atendiendo al perfil sensorial de los aceites que lo forman.
El frutado de esta especialidad se debe a la intensidad de la aceituna verde y a sus tonos de tomatera, manzana, cáscara de plátano, alloza, hierba recién cortada y alcachofa.
En boca, conviven una base dulce con un ligero toque amargo y un delicado picante: una elegante, equilibrada y compleja combinación que envuelve todo el paladar.
